Promesas que no valen nada
Hace frío en el parque. Una tarjeta de una tienda sirve como improvisado contrato. En él uno de los dos garabatea como puede unas palabras. Una promesa.
Ella lo observa preocupada. No se atreve a leerlo. Lleva demasiados meses observando desde la prudente distancia que proporciona el miedo.
Él cree que la última opción que queda es ésa. La única posibilidad. Quiere cambiar su futuro, quiere sentirse libre de nuevo.
Caminan. De vuelta a casa.
2 comentarios:
Buenas rafita,
La verdad que me extraña un monton verte escribiendo "poesía" narrada. No es por nada, sino porque no te imaginaba tan romantico ... jejejejej
En cualquier caso, decirte que me gusta un monton lo que leo y que me gustaria que siguieras escribiendo esto tio, son como historias cargadas de sensaciones. Mola.
Un abrazo grande, FeR
Bueno, supongo que todos guardamos nuestras sorpresas. Me gusta como la llamas: "Poesía narrada", aunque quizás sea más bien prosa lírica. De todos modos mi única intención es soltar algunas sensaciones que tengo escondidas. Si te han gustado, me doy por satisfecho.
Ya pondré más, de hecho hay algunos borradores preparados.
Saludos, y gracias por el comentario, así dan más ganas de seguir escribiendo.
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