viernes, 10 de junio de 2005

Dos minutos

Son sólo dos minutos. Quizá menos. Atrapo una sensación, pequeña, o un recuerdo. Escribo una frase, o recuerdo un verso, y durante dos minutos los dejo volar. Los dejo llegar a cualquier punto. Las palabras nos dejan, nos abandonan, y lo que parecía llegar no lo hace.

No, no es un esquema fijo. Ya tenemos demasiados esquemas fijos. Es más bien una necesidad. No no me importa si es bueno, sólo lo dejo reposar. Colecciono momentos. Lo importante no es que los guarde, es que los creo. Cada uno debería poder crear sus momentos.

Al final no termina. No debe terminar. Debe quedar abierto. Debe dejar la posibilidad de que la sensación se haga propia. En cierto modo, es importante que sea circular. Pero abierto. En realidad son sólo dos minutos. Quizá menos.

2 comentarios:

javivu dijo...

llevos varios dias leyendo esto "cortos", llamemosles asi de rafa. y cada vez que leia o releia alguna me dejaba una cierta reminiscencia mental que no acababa de situar. creo que ya lo he hecho, alguna pieza entro en su sitio y se llama Willian Gibson. recomiendo su lectura. mmmm no seras un telecoescritor? jijiji.

Rafael de León dijo...

Vaya, pues es probablemente el último que se me hubiese ocurrido. No he leído Neuromante, pero tengo ganas. Creo que lo meto en la pila de libros por leer.

Telecoescritor soy seguro, porque estudio teleco y escribo :P

De todos modos, lo que más me gusta es que te haya dejado una reminiscencia mental. Eso es que te han hecho pensar, o te han recordado algo ;)

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