viernes, 28 de julio de 2006

Mudanzas

Son curiosas las mudanzas. En muchos aspectos. Por lo que tienen de simbólico, por ejemplo. Ya son muchas las que he hecho en los últimos años (la vida universitaria tiene estas cosas), pero ésta ha sido especialmente pesada. El tener que cambiar de isla ha tenido mucho que ver, por supuesto. Cuando llegué a Las Palmas, hace ya un porrón de años, fui con lo justo para el curso: un par de maletas, el ordenador y algunos libros. A la vuelta este año traía el coche completamente lleno y dos viajes más de coche hasta la empresa que me envía las cosas "menos urgentes".

Pero se tomaron tan en serio lo de "menos urgentes" que no me llegarán hasta el martes, y eso con un poco de suerte.

Son los inconvenientes de vivir en una isla. El único medio asequible para enviar tantas cosas es mediante barco. Y como en estas fechas los barcos se llenan de gente que viene de vacaciones a Lanzarote (el único modo de traer el coche es usar el barco), se complica bastante el envío de mercancías. Además, cada vez tenemos menos navieras haciendo el recorrido (ahora mismo nos queda sólo una) así que como se estropee el barco nos podemos ver en verdaderos problemas.

Para ejemplo, un botón. Para venir de Las Palmas a Lanzarote tuvimos que hacerlo a través de Morro Jable, en Fuerteventura, que es justo la punta sur, llegar hasta Corralejo que está exactamente en la punta norte, llegar a Playa Blanca, en Lanzarote, que es también la punta sur y de ahí llegar hasta mi casa que está más o menos a la mitad de la isla. Un recorrido lo suficientemente largo para cansar a cualquiera (supongo que en la Península están más acostumbrados a recorridos largos, pero en mi isla hacer más de media hora de coche es empezar a dar vueltas XDDDDDD).

Bueno, no me quejo del recorrido, fue entretenido, pero porque estaba acompañado, que si no.

Saludos de viernes, con saborcito rico a "por fin", a "ya era hora", a karaoke, a risas, y a apuntes amontonados sobre mi mesa...

jueves, 27 de julio de 2006

Jueves

No sé qué tienen los jueves, supongo que la proximidad del fin de semana, la promesa oculta del cambio de rutina, pero lo cierto es que me levanto más animado. La semana evidentemente no ha acabado todavía y queda un duro día por delante y el viernes que hay que aprovecharlo, pero parece que queda más cerca el descanso.

El día de ayer fue bastante completito. Toda la mañana de estudio, un poco menos estresado que en días anteriores, pero todavía cogiendo las riendas. Una pequeña siesta después de comer y me despierta el teléfono, de forma insistente. Mi primo, que siempre ha sido una caja de sorpresas, de esas personas capaces de cambiarte el día en un momento me invitó a probar una moto de agua.

Yo no me había montado en una cosa de esas en mi vida, y ésta no era especialmente grande (lo que la hace especialmente inestable), lo que unido a mi 1'92 de estatura y mis cientoy pico kilos de peso me hizo bastante complicado subirme sin que volcara. Eso sí, la experiencia fue divertida. Al principio vas bastante asustado (no soy precisamente el señor peligro XDDDDDD) pero cuando empiezas a animarte, la sensación de velocidad es embriagadora.

Lo malo fue que me animé tanto que me caí de la moto bastante lejos de la costa, y me costó horrores volver a subir (y cuando digo horrores lo digo en serio, tardé una barbaridad). Esto me ha proporcionado unas preciosas agujetas que me acompañan todo el día de hoy.

Después de la experiencia motera, cenita con mi padre en un restaurante nuevo muy cercano a mi casa, "La Ópera", que es bastante recomendable. Buenos precios, comidas bastante cuidadas y un ambiente agradable.

Esta noche, si todo sale bien, jugaré un partidito al baloncesto (una pachanga) después de un montón de años, a ver si me animo a meterme en el equipo. Pero no sé cómo responderán mis piernas después de tantos años de ver partidos sólo por la tele.

Saludos de jueves con sabor a fin de semana, a cerveza bien fría, a días laaaaaaaargooooooooos...

miércoles, 26 de julio de 2006

Nos sobran los motivos -- Joquín Sabina

Este adiós, no maquilla un hasta luego.
Este nunca, no esconde un ojalá.
Estas cenizas, no juegan con fuego.
Este ciego, no mira para atrás.

Este notario, firma lo que escribe.
Esta letra, no la protestaré.
Ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después.

A este ruido, tan huérfano de padre,
no voy a permitirle
que taladre un corazón podrido de latir.

Este pez, ya no muere por tu boca.
Este loco, se va con otra loca.
Estos ojos ya no lloran más por ti.

Esta sala de espera sin esperanza,
Estas pilas de un timbre que se secó,
Este helado de fresa de la venganza,
Esta empresa de mudanza,
Con los muebles del amor.

Esta campana mora en el campanario,
Esta mitad partida por la mitad,
Estos besos de Judas, este calvario,
Este look de presidiario,
Esta cura de humildad.

Este cambio de acera de tus caderas,
Estas ganas de nada menos de ti,
Este arrabal sin grillos en primavera,
Ni espaldas con cremalleras,
Ni anillos de presumir.

Esta casita de muñecas de alterne
Este racimo de pétalos de sal,
Este huracán sin ojo que lo gobierne,
Este jueves, este viernes
Y el miércoles que vendrá.

No abuses de mi inspiración,
No acuses a mi corazón
Tan maltrecho y ajado
Que está cerrado por derribo.

Por las arrugas de mi voz
Se filtra la desolación
De saber que estos son
Los últimos versos que te escribo,

Para decir “Con Dios” a los dos
Nos sobran los motivos.

Este nido de pájaros disecados,
Este perro andaluz sin domesticar,
Este trono de príncipe destronado,
Esta espina de pescado,
Esta ruina de Don Juan.

Esta lágrima de hombre de las cavernas,
Esta horma del zapato de Barba Azúl,
Qué poco rato dura la vida eterna
Por el túnel de tus piernas,
Entre Córdoba y Maipú.

Esta guitarra cínica y dolorida
Con su terco knock knocking´in heaven´s door,
Estos labios que saben a despedida,
A vinagre en las heridas,
A pañuelo de estación.

Este ladrón aparcado en tu toga,
La rueca de Penélope en Luna Park,
Estos celos que sueñan que te desnudan,
Esta caracola viuda
Sin la pianola del mar.

No abuses de mi inspiración,
No acuses a mi corazón
Tan maltrecho y ajado
Que está cerrado por derribo.

Por las arrugas de mi voz
Se filtra la desolación
De saber que estos son
Los últimos versos que te escribo,

Para decir “Con Dios” a los dos
Nos sobran los motivos.

Días tranquilos

No es que me haya dado tiempo ya a entrar en la rutina (son muy pocos días en Lanzarote todavía), pero sí que van llegando los días tranquilos que comento. Entre semana la mayoría de mis amigos andan bastante liados, y dentro de poco empezarán a ir de vacaciones. Mientras tanto, los primeros días de estudios (comenté ya lo pesados que son?), para ir recuperando la costumbre.

La playita de momento la tengo un poco dada de lado, pero eso cambiará pronto. Ya empiezan a vislumbrarse los primeros asaderos, y las visitas de amigos de fuera, con lo que el veranito se plantea bien. Eso sí, muy sazonado con horas de estudio, que estoy en la recta final, con muchas ganas de terminar por fin.

También estoy intentando escribir un poco más por aquí, a ver si me acostumbro, lo que eso implica algún post con poco contenido, como éste; pero todo sea por mantener un poco en contacto con los que me quedan ahora un poco lejos.

Saludos de miércoles con sabor a reencuentros...

martes, 25 de julio de 2006

Fuegos artificiales / Dispositivo para escribir en el agua

El día de ayer fue bastante tranquilo. Primer día de estudio, con todas las dificultades que eso tiene (por qué será tan difícil centrarse el primer día?), y por la noche al último día de las fiestas del Carmen en Playa Blanca. Los fuegos un poco deslucidos, en parte porque no apagaron todas las luces (no creo que sea tan complicado) y en parte porque la descoordinación hizo que la orquesta parara de cantar una canción a mitad porque los fuegos empezaron de repente (con lo fácil que es usar un reloj).

Además hoy me ha llamado la atención esta noticia. Conocemos de sobra la capacidad humana para resolver problemas y cubrir necesidades mediante la tecnología, incluso la increíble capacidad que tenemos para crear nuevas necesidades que cubrir. Pero de verdad que hay cosas que no termino de ver cómo se les ocurrió hacerlas, qué finalidad buscaban o si en realidad tiene alguna aplicación real (algún tipo de lentes hechas de agua?).

Saludos de martes con sabor a gazpacho, a siesta, a ventilador y a tópicos veraniegos.

Dispositivo para escribir en el agua: "

En la Universidad de Osaka han logrado lo que ves en la imagen, y no creas que es ninguna animación por ordenador ni montaje fotográfico.

Se trata en realidad de un dispositivo que hace uso de las olas o perturbaciones en la superficie del agua para escribir o dibujar en ella.

El invento se llama AMOEBA (Advanced Multiple Organized Experimental Basin) y se compone de un tanque de agua con 50 generadores de olas que actúan como píxeles, permitiendo dibujar todo el alfabeto.

En fase de iniciación, se plantea como una atracción más en demostraciones y parques temáticos.

Vía | Pinktentacle. (gracias Antonio)


"

lunes, 24 de julio de 2006

Verano

Por fin en Lanzarote, después de un largo proceso de mudanza. Largo en el tiempo y en el espacio, porque por falta de plazas en el barco directo tuve que venir de Las Palmas a Lanzarote vía Fuerteventura, con los correspondientes barcos de Las Palmas a Morro Jable, y de Corralejo a Playa Blanca. Lo dicho, un viaje bastante largo, aunque muy entretenido al estar mi padre y yo solos tantas horas, con paraditas para comer o para tomar algo.

Muchas cosas que contar supongo, pero poco a poco, que todavía me estoy asentando.

Saludos de lunes, con sabor intenso a comienzo, a cambio...

viernes, 7 de julio de 2006

Dios...

- Tío, ¿de qué color es la piel de Dios?
- Bueno… eh… Dios no tiene piel cariño, Dios es etéreo.
- Ah “etéreo” como el “radiocasete”.


Visto en Monólogos.com.

miércoles, 5 de julio de 2006

Preguntas. Razones.

Me pregunto quién soy. Si soy lo que dije o si seré lo que prometí. Si lo que pensé antes, lo que alguna vez supuse, vale ahora. Si alguna certeza fue cierta. Si las mentiras que me creí son las mismas que me inventé. Si hay alguna posibilidad de conseguirlo, o incluso si algún día lo conseguiré. Si lo que te pedí era razonable. Si las razones que te dí no me las pediste. Si sentir es lo mismo que vivir o si vivir sin sentir da lo mismo.

Me pregunto si vale la pena.

Me preguntas por qué. Sin cesar. Mansamente. Lamiendo horas. Hilvanando la locura de los minutos. Penetras en mi mente. Atravesando muros. Perforando.

Súbitamente terminan las preguntas.

Me aproximo. Atraco en tu orilla y tu sonrisa me atraganta. El nerviosismo me embelesa. Me quedo absorto, un momento, en un punto indeterminado de tu risa. Arrobado. Cautivado.

Fascinado entiendo que se acerca el momento.

Desaparece la intención. Ahora, sólo un propósito. Tu mirada perdida busca un suelo que ha quedado muy muy lejos. De repente tu iris nada en abundancia, las pupilas parecen cicatrizar en un centelleo forastero...

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