miércoles, 3 de mayo de 2006

Decisiones

Podría decirse que está sentado. O siendo un poco más correcto, que está recostado. La piedra tras él parece llevar tanto tiempo clavada en la arena como en su espalda. Los pies ocultos en la arena. Las estrellas enterradas en sus ojos. La música de la guitarra parece juguetear con sus oídos, y la tranquilidad del ambiente invita a dejarse llevar por el momento.

Es un momento único, mil veces repetido en la memoria.

El cielo, en un instante de despiste, parece desplomarse sobre su cabeza. Una ola acaricia la arena rubia, fina, cansada... De pronto una voz reclama su atención, un poco de humo entra en sus ojos, un pensamiento vuela lejos, un recuerdo queda pendiente.

Lo que hace un momento era eterno desaparece. Lo que era etéreo no hace tanto se confirma.

Saludos de miércoles con sabor a horas, a días, a semanas, a meses, a años...

No hay comentarios:

Búsqueda en Google

Google