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Fin de semana tranquilo, de estudio, de cara al parcial que tuve hoy, del cual espero buenos resultados. Y es que no todas las semanas pueden dar mucho que contar. Esta semana se presenta como la anterior, centrada en exámenes y con pocas novedades a la vista.
Supongo que es la calma que precede a la tormenta navideña que se avecina, cargada de eventos (como toda navidad que se precie). Es curioso cómo la navidad se nos cuela por la puerta de atrás. Todavía no ha terminado el mes de noviembre y ya están las calles engalanadas (luces apagadas de momento, pero todo se andará), centros comerciales decorados, algún villancico que se escapa, turrones en los supermercados.
En una semana o dos comenzará el estrés navideño de compras, paseos para decidir más compras, llamadas inesperadas, felicitaciones esperadas y demás parafernalia de unas fechas tan entrañables como comerciales. Y después de la cena familiar, las fiestas, las cenas de empresa, de amigos, de conocidos y de desconocidos, los regalos, las felicitaciones... después de todo el jolgorio, de sentir durante unos días que el mundo se ha parado un rato y que casi todo está permitido, volveremos a la rutina de siempre. O no tan rutina en realidad.
Así que por un lado apetece enfrentarse a estas fechas confusas, y por otro lado me ataca una pereza que me dificulta el disfrutar anticipadamente.
Y parafraseando a Ismael Serrano: "[... ] Y mientras tanto estrépito de andamios, pateras y naufragios desvelan nuestro sueño. Y mientras tanto si arde Lacandona, si Marcos abandona, quien sera nuestro dueño [...]".
Saludos de lunes con sabor a castañas asadas, a leche y leche matutino, a sandwich de calabacines, a tachones en el calendario...
2 comentarios:
ánimo con los parciales... aunque no entendí bien qué querías decir... un saludo
Bueno, desvaríos de momentos entre exámenes. Perdón si quedó embarullado.
Me gusta tu blog! Tienes un nuevo lector.
Saludos,
Rafa
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