Desde el barco

Y de nuevo de vuelta a Las Palmas. Un poco diferente esta vez, ya que es por poco tiempo. Pero lo cierto es que la vuelta se me hace un poco distinta, no sé muy bien por qué. Supongo que el saber que ya no vivo allí puede tener bastante que ver. O puede que sea el volver (temporalmente) a la residencia. No lo sé. El caso es que en un par de horas estaré allí.

No sé si he hablado alguna vez del barco que va de Arrecife a Las Palmas. Seguro que sí. De todos modos no está de más quejarse un poco. El trayecto entre Lanzarote y Gran Canaria en avión no dura más de 40 minutos. De hecho, gran parte de este tiempo se consume en la entrada y salida del avión, recogida de maletas, etc. Yo he sido un gran usuario de avión para moverme entre islas, pero desde que tengo coche intento desplazarme con él por las ventajas que eso supone. Pero para poder hacer eso tengo que viajar en barco

El trayecto en barco dura cinco horas a la ida (partiendo desde Lanzarote) y ocho horas a la vuelta. Y no. No es que la rotación de la Tierra afecte al recorrido, o que los alisios imposibiliten una llegada más rápida. Nada de eso. El trayecto dura tres horas más porque el puerto de Arrecife no abre hasta las ocho de la mañana. Puesto que el barco sale de Las Palmas a las doce de la noche, pues calculen. Van a menos velocidad para llegar más tarde.

Bueno. Como comprenderán esto lo escribo en el barco, pero lo publicaré más tarde, que todavía no tenemos conexión en Naviera Armas (aunque con todas las horas que se pasa uno aquí se podría rentabilizar bastante).

Saludos de jueves con sabor a sal, y a algo amargo que no consigo tragar del todo...

Tags: diario, viajes, quejas

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