Borrador

Y es que no soy más que eso. Un borrador. Un esbozo. Un bosquejo. El intento desesperado de alcanzar las metas que una vez di por buenas. Una vida inacabada. Un presente infinito. Un pasado que intentó convertirse en futuro incierto. Momentos. Sólo momentos. Sucesivos. Sucedidos. Y dudas. Enormes dudas, desconocimiento. Y una promesa.

Y es que, no soy más que eso.

¿Quién entiende? ¿Quién comprende? Alguien se siente capaz de explicarse, de hacer un mapa de pensamientos, razones, sentimientos. ¿Alguien que tenga la certeza de conocer sus reacciones? ¿Alguien que tenga las convicciones completas?

¿Alguien?

Yo no soy más que eso. La eterna lucha. La eterna duda. El eterno intento. El borrador. El bosquejo.

Caballeras perspectivas. Fugas puntuales. Nada nuevo. Ninguna convicción. Sólo la búsqueda. Sólo el intento. Tan sólo la sensación de que allá, más allá, llegaremos donde quiero. Llegaré donde queremos. Llegaremos.

Y mientras tanto, sonidos que despiertan, relojes que marcan tiempos, pocas cosas con sentido. Muchas cosas que no espero. Algunos fines alcanzados, y muchos, muchos más que veo lejos. Y algunos hombres buenos, y mujeres, y secretos. Y sobre todas las cosas, sobre todas ellas, sólo una, que no entiendo. ¿Quién sabe cómo conseguirlo? ¿Quién me desvela el secreto?

Y es que como ya he dicho, no soy más que eso. Un borrador. Un bosquejo. Una mota de polvo en la lente de algún telescopio tan lejano, tan apartado de mi centro, de mi forma de pensar...