Ismael Serrano
El viernes, a las nueve la noche, asistí junto con Mingo al concierto que celebró Ismael Serrano en Vecindario. Es ya la segunda vez que le veo actuar en directo.
La primera vez fue en el Auditorio Alfredo Kraus, en su gira "Principio de Incertidumbre", en la que hacía un repaso de las canciones más importantes de su carrera. Esta vez presentaba (aunque como bien dijo él mismo, presentar no sea la palabra más adecuada para una gira que lleva en marcha desde marzo del año pasado) su último disco: "Naves ardiendo más allá de Orión".
Un Ismael Serrano más maduro, más reposado, increíblemente ágil en las respuestas al público (había dos o tres personas que preguntaban a voz en grito y el cantante ni corto ni perezoso les contestaba con un humor muy curiosos) y que consiguió sólo con dos guitarras llenar de música un escenario que debo alabar.
El Auditorio Víctor Jara de Vecindario, aún siendo pequeño en capacidad es muy cómodo. Nadie queda lejos de un escenario que se hace cercano al espectador, y es suficientemente amplio para que un tipo como yo, con 192 centímetros de altura, se sienta cómodo.
La queja la de siempre. Parece que no tengo suerte. Con lo que me gusta cantar, palmear y disfrutar al máximo del concierto, no sé por qué siempre me toca la zona más callada y sosa del auditorio.
Esta semana lo que toca es mucho estudio y muchas entregas de trabajos y proyectos.
Saludos de lunes con sabor a buena música y mejores letras...
3 comentarios:
Jooooo, que cabrones, y no avisaron!
Muy mal, muy mal. Al menos espero que el consierto haya sido digno de escuchar, no por el cantautor, sino por el sonido, que sabemos que, a veces, es lo que perjudica al artista.
Ya me contarás.
FoN
joooooo... ¡qué envidia! aunque reconozco que yo no me pierdo ningùn conceirto de este hombre pero mira, ahora que nos ponemos puede que lo peor de sus conciertos sea el precio de sus entradas... pero bueno, merece la pena ver su evolución, aunque hay que reconocer que los principios siempre gustan más que lo último... manías...
Besos/***
El sonido no estuvo mal, un poco bajo de volumen al principio, pero lo subsanaron en seguida. Teniendo en cuenta lo mala que debería ser la acústica del auditorio (el techo es de metal), y que el equipo de sonido era de todo menos potente, no me puedo quejar.
La entrada no me pareció cara (15 euros), y a los primeros no fui. En Canarias estamos un poco apartados del circuito de conciertos, y en Lanzarote aún más, con lo que en verano, navidad o semana santa me es casi imposible asistir a un concierto de cierta relevancia. Eso sí, a nivel de cantautores no me puedo quejar, casi todos han pasado por aquí.
Saludos,
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